viernes, 26 de marzo de 2010

Pequeña Historia

La Dama y El Delfín

El pequeño delfín se quedo unos instantes rezagado de su madre, embobado mirando hacia la orilla donde una extraña dama desnuda bailaba con un velo azul casi transparente. Se fue acercando aleteando infantilmente. La dama no lo percibió en los primeros instantes, concentrada como estaba en algún punto lejano del horizonte, pero enseguida le miró...y sonrió al ver su morrito con la boca abierta, y sus ojillos traviesos.
El pequeño delfín, como todos los niños, era curioso.
-¿Que haces?-preguntó
-Bailo-respondió la dama.
-¿Puedo bailar yo también?-dijo ilusionado el bebé
-Claro¡ Me encantaría bailar contigo¡
Y así comenzaron a bailar y a girar y a saltar y a moverse. Y sonreian y a veces hasta jugaban a equivocarse y a imitarse mutuamente. La dama era elegante y rítmica, lenta y armoniosa...y el delfín también...pero como niño que era...le gustaba chapotear y de vez en cuando se le atravesaba entre las piernas para hacerla caer...
La tarde fue cayendo...y unas aletas asomaron a lo lejos. Con su agudísimo oido el delfín percibió el reclamo.
-Es mi madre - dijo - Tengo que marcharme...¿Puedo volver otro día?
-Siempre que quieras- replicó la dama.
Y le dió un beso en el morro...y con un soplido le empujó mar adentro.
Desde aquel día muchos delfines vienen a bailar con la dama. Ha corrido la voz y todos quieren compartir su extraña danza azul. Y cuando ella se cansa...y tiende su cuerpo moreno y cálido en la arena....siempre siempre siempre uno de los delfines asoma su morrito resbaladizo y le coloca en el ombligo...una preciosa flor marina.
¿Que quien es ella?
Nadie conoce su nombre.
Simplemente...es ella.


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